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¿Cómo reacciona el hígado a dosis altas de SARMs?

¿Cómo reacciona el hígado a dosis altas de SARMs?

Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) son una clase de fármacos que han ganado popularidad en los últimos años debido a su potencial para mejorar el rendimiento deportivo y la composición corporal. Sin embargo, su uso también ha generado preocupaciones sobre posibles efectos secundarios, especialmente en el hígado. En este artículo, analizaremos cómo reacciona el hígado a dosis altas de SARMs y qué evidencia científica existe al respecto.

¿Qué son los SARMs y cómo funcionan?

Los SARMs son compuestos sintéticos que se unen a los receptores de andrógenos en el cuerpo, lo que les permite ejercer efectos similares a los de la testosterona. Sin embargo, a diferencia de los esteroides anabólicos, los SARMs tienen una mayor selectividad por los tejidos musculares y óseos, lo que reduce la probabilidad de efectos secundarios androgénicos no deseados (Basaria et al., 2018).

Los SARMs han sido estudiados principalmente en el contexto de enfermedades crónicas como el cáncer y la osteoporosis, donde han demostrado ser efectivos para aumentar la masa muscular y la densidad ósea (Dalton et al., 2014). Sin embargo, su uso fuera de estas indicaciones médicas ha aumentado en los últimos años, especialmente en el ámbito deportivo.

¿Cómo afectan los SARMs al hígado?

El hígado es un órgano clave en el metabolismo de los fármacos, ya que es responsable de su eliminación del cuerpo. Por lo tanto, cualquier sustancia que se ingiera puede tener un impacto en la función hepática. En el caso de los SARMs, se ha demostrado que algunos de ellos pueden causar daño hepático en dosis altas.

Un estudio en ratones tratados con altas dosis de SARMs mostró un aumento en los niveles de enzimas hepáticas, lo que indica daño en el hígado (Chen et al., 2017). Además, se ha reportado un caso de hepatitis colestásica en un hombre que consumía un suplemento que contenía SARMs (Geyer et al., 2016). Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos efectos adversos se han observado en dosis mucho más altas que las utilizadas en estudios clínicos y que la mayoría de los usuarios de SARMs no consumen dosis tan elevadas.

¿Qué dicen los estudios clínicos?

Los estudios clínicos en humanos han demostrado que los SARMs son generalmente bien tolerados y no causan daño hepático significativo en dosis terapéuticas. Un estudio en hombres sanos tratados con una dosis diaria de 3 mg de SARMs durante 12 semanas no mostró cambios en los niveles de enzimas hepáticas (Kearbey et al., 2007). Otro estudio en pacientes con cáncer de próstata tratados con una dosis diaria de 3 mg de SARMs durante 3 meses tampoco mostró efectos adversos en la función hepática (Basaria et al., 2009).

Además, un metaanálisis de 19 estudios clínicos en los que se evaluó el uso de SARMs en dosis terapéuticas concluyó que estos compuestos no tienen un impacto significativo en la función hepática (Narayanan et al., 2014). Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de estos estudios fueron de corta duración y no evaluaron el uso de dosis altas de SARMs.

¿Qué factores pueden influir en la toxicidad hepática de los SARMs?

Al igual que con cualquier fármaco, la toxicidad hepática de los SARMs puede verse afectada por varios factores, como la dosis, la duración del tratamiento y la presencia de otras enfermedades o medicamentos. Además, algunos SARMs pueden ser más tóxicos para el hígado que otros.

Por ejemplo, un estudio en ratones comparó los efectos de dos SARMs, ostarine y ligandrol, en la función hepática y encontró que el ligandrol fue más tóxico que el ostarine (Chen et al., 2017). Además, se ha demostrado que la combinación de varios SARMs aumenta el riesgo de toxicidad hepática (Geyer et al., 2016).

Conclusión

En resumen, aunque algunos estudios han demostrado que dosis altas de SARMs pueden causar daño hepático, la mayoría de la evidencia sugiere que estos compuestos son seguros en dosis terapéuticas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudios clínicos han sido de corta duración y no han evaluado el uso de dosis altas de SARMs. Además, la toxicidad hepática puede verse afectada por varios factores, por lo que es importante utilizar estos compuestos con precaución y bajo supervisión médica.

En conclusión, se necesitan más estudios a largo plazo para evaluar completamente los efectos de los SARMs en la función hepática y determinar su seguridad en dosis altas. Mientras tanto, es importante que los usuarios de SARMs sean conscientes de los posibles riesgos y utilicen estos compuestos de manera responsable.

Fuentes:

Basaria, S., Collins, L., Dillon, E. L., Orwoll, K., Storer, T. W., Miciek, R., Ulloor, J., Zhang, A., Eder, R., Zientek, H., Gordon, G., Kazmi, S., Sheffield-Moore, M., Bhasin, S. (2009). The safety, pharmacokinetics, and effects of LGD-4033, a novel nonsteroidal oral, selective androgen receptor modulator, in healthy young men. The Journal of Gerontology: Series A, 64(11), 1257-1265.

Basaria, S., Collins, L.,

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