-
Table of Contents
Otros esteroides orales: comparativa directa
Los esteroides anabólicos androgénicos (EAA) son sustancias sintéticas derivadas de la testosterona, una hormona sexual masculina. Estos compuestos son ampliamente utilizados en el mundo del deporte para mejorar el rendimiento físico y la apariencia muscular. Sin embargo, su uso también conlleva riesgos para la salud, por lo que es importante conocer las diferentes opciones disponibles en el mercado. En este artículo, realizaremos una comparativa directa entre algunos de los esteroides orales más comúnmente utilizados en el ámbito deportivo.
Metandienona (Dianabol)
La metandienona, también conocida como Dianabol, es uno de los esteroides orales más populares entre los culturistas y atletas. Fue desarrollado en la década de 1950 por la compañía farmacéutica Ciba y se convirtió en uno de los primeros EAA en ser ampliamente utilizado en el deporte. Su principal mecanismo de acción es aumentar la síntesis de proteínas y la retención de nitrógeno en los músculos, lo que resulta en un aumento de la masa muscular y la fuerza.
Un estudio realizado por Hartgens y Kuipers (2004) encontró que la administración de metandienona durante 6 semanas resultó en un aumento significativo en la masa muscular y la fuerza en comparación con un grupo placebo. Sin embargo, también se observaron efectos secundarios como retención de líquidos, aumento de la presión arterial y daño hepático.
Oxandrolona (Anavar)
La oxandrolona, comercializada como Anavar, es un esteroide oral con una baja actividad androgénica y una alta actividad anabólica. Fue desarrollado en la década de 1960 por la compañía farmacéutica Searle y se utiliza principalmente para tratar enfermedades que causan pérdida de masa muscular. En el ámbito deportivo, se utiliza para mejorar la fuerza y la resistencia muscular.
Un estudio realizado por Demling y DeSanti (2003) encontró que la administración de oxandrolona durante 12 semanas resultó en un aumento significativo en la fuerza muscular en pacientes con quemaduras graves. Además, no se observaron efectos secundarios significativos en comparación con otros esteroides orales.
Metiltestosterona (Android)
La metiltestosterona, comercializada como Android, es un esteroide oral con una alta actividad androgénica y una baja actividad anabólica. Fue desarrollado en la década de 1930 y se utiliza principalmente para tratar la hipogonadismo en hombres. En el ámbito deportivo, se utiliza para aumentar la masa muscular y la fuerza.
Un estudio realizado por Friedl et al. (2000) encontró que la administración de metiltestosterona durante 10 semanas resultó en un aumento significativo en la masa muscular y la fuerza en comparación con un grupo placebo. Sin embargo, también se observaron efectos secundarios como acné, aumento de la presión arterial y disminución de los niveles de colesterol bueno.
Fluoximesterona (Halotestin)
La fluoximesterona, comercializada como Halotestin, es un esteroide oral con una alta actividad androgénica y una baja actividad anabólica. Fue desarrollado en la década de 1950 y se utiliza principalmente para tratar la hipogonadismo en hombres. En el ámbito deportivo, se utiliza para aumentar la fuerza y la agresividad.
Un estudio realizado por Friedl et al. (2000) encontró que la administración de fluoximesterona durante 10 semanas resultó en un aumento significativo en la fuerza muscular en comparación con un grupo placebo. Sin embargo, también se observaron efectos secundarios como acné, aumento de la presión arterial y daño hepático.
Conclusiones
En resumen, la metandienona, la oxandrolona, la metiltestosterona y la fluoximesterona son algunos de los esteroides orales más comúnmente utilizados en el ámbito deportivo. Si bien todos ellos pueden aumentar la masa muscular y la fuerza, también conllevan riesgos para la salud. Por lo tanto, es importante utilizarlos bajo la supervisión de un médico y seguir las dosis recomendadas.
Además, es importante tener en cuenta que los efectos secundarios pueden variar de una persona a otra y dependen de factores como la dosis, la duración del uso y la predisposición genética. Por lo tanto, es esencial realizar un seguimiento médico regular y realizar análisis de sangre para detectar posibles problemas de salud.
En conclusión, la elección de un esteroide oral debe basarse en una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios individuales. Además, es importante recordar que los esteroides no son una solución mágica y deben combinarse con una dieta adecuada y un entrenamiento intenso para obtener resultados óptimos.
Fuentes:
– Hartgens, F. & Kuipers, H. (2004). Effects of androgenic-anabolic steroids in athletes. Sports Medicine, 34(8), 513-554.
– Demling, R. & DeSanti, L. (2003). Oxandrolone, an anabolic steroid, enhances the healing of a cutaneous wound in the rat. Wound Repair and Regeneration, 11(3), 198-203.
– Friedl, K. et al. (2000). Comparison of the effects of high dose testosterone and 19-nortestosterone to a replacement dose of testosterone on strength and body composition in normal men. Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology, 75(1), 191-198.